sábado, 24 de enero de 2015

Prólogo de Bolaño

Me parece que Ramiro era un gran lector, mucho mejor lector que escritor. Sintió el éxtasis de cada libro y eso le impidió copiarlo; por lo tanto, no le quedó de otra que hacer algo simple, pero que detallándolo tiene mucho de grande. Puede sentirse su alegría al escribir, de la única forma sincera, y esa es no dándose cuenta de que está siendo feliz. Creo que lo que los otros escritores ven en él es lo patético y lo amparan como un hijo que escribía pésimo, pero tiene la capacidad de ser tan tonto que se hace querer. Me parece que su muerte fue lo único grande que tuvo. Si no moría tan joven estaba condenado a ser un gran escritor, es decir: a la miseria absoluta.

17 el chismoso.

Un chico me preguntó a manera de confidencialidad que si la Chama y yo intentábamos tener sexo. Dije que dejabamos eso para cuando nos casemos. No quiero que nadie sepa nuestra vida íntima. Eso no es de caballeros.

38 Conociendo a la parcera

Al llegar  de España, una chica me estuvo mandando mensajes de texto. No sé cómo es, pero dice que es amiga de una de mis primas, y que vio mis fotos y le parezco lindo. No he sabido más de la Frentona. La chica misteriosa y yo hablamos todos los días, gastamos mucho dinero en llamadas. No sé cómo puede gustarme alguien que no sé cómo es. Creo que la uso como excusa para no pensar en la Frentona.

Fui a casa de mis primas para conocer a la misteriosa. Mis primas me dijeron que es fea, que la bonita es su hermana. Al parecer le mostraron la foto a su hermana y la misteriosa se enamoró de mí. Estoy estupefacto. De todas formas quise ir a verla, aparecimos de sorpresa en su casa y apareció ella, andana en pijamas, cuando me vio se metió gritando a su casa. Mi prima y yo nos vimos y reímos. Al cabo de unos minutos la chica apareció con un moño raro en la cabeza, hablamos. Es raro cómo una persona que se gasta horas hablando contigo por teléfono, cuando te tiene al frente, no dice nada. Cuando me iba me acompañó a la parada, unas niñas que parecían cucarachas me gritaron cosas: uy papi que bello estás. En mi vida había causado semejante impacto en una mujer, la misteriosa se enojó e iba a ir hasta donde ellas para darles una paliza. Le dije que no peleara y le di un beso. Hemos seguido en contacto por mensajes pero me gusta ahora una chica que conocí en una fiesta, se llama la Malandra. Descubrí que la Misteriosa es fanática de películas de capos, así que todo el tiempo me dice Parce, y yo también a ella. Somos buenos amigos a distancia.

Anoche mi prima y yo estabamos hablando de nuestros primeros besos, dormíamos juntos. Espalda con espalda. Empezaba a sentir su respiración fuerte, sin darnos cuenta nos volteamos y empezamos a besarnos. Me besaba como un perro lamiendo mi boca, pero se sentía bien. Luego me dio una patada muy fuerte y me dijo que no podíamos hacer eso. Fui al otro cuarto y me masturbé, aún me duele la costilla.

Segunda parte Marwan

Marwan, España.

Era un tío extraordinario precisamente porque era normal. Hicimos recitales de poesía juntos, era un show, decía que ser revolucionario no tiene mucho sentido si haces lo que todos los revolucionarios hacen. En sus recitales contaba anécdotas, era un Stand up comedy de poesía por así decirlo. De pronto se fue, en el fondo él sabía que un escritor debe ser famoso por lo que escribe y nada más, porque si primero se hace famoso haciendo otra cosa, sus libros están condenados al segundo plano, a ser pasatiempos, y para él la literatura lo era todo.

He compartido escenarios con otros chavales, casi siempre soy el mayor y entiendo que los jóvenes sean estúpidos y creídos, yo lo fui. Pero Ramiro precisamente sabía sus defectos, es como si tuviese un crítico dentro que le impedía escribir sin ver lo ridículo que es el oficio de escribir, y en eso consiste su literatura, en reírse de sí mismo, con un humor muy serio, muy genuino, todo lo que decía daba risa porque era verdas y te hacía ver dentro de tu alma mientras veía dentro de la suya.

Lo conocí por una chica muy guapa, en Murcia. Ella no quería saludarme pero él la arrastró y dijo frente a todos como si fuese un saludo:

"¡He Marwan, ella y yo queremos hacer un trío contigo!"

Los miré incrédulo, y prosiguió: tranquilo tío,  un trío heterosexual, a ella le gusta mucho por el culo y su fantasía es hacerlo en la cocina contigo y conmigo.

¿Luego de semejante encuentro, como no creer que era el poeta más fascinante del mundo?

Prólogo de Vargas Llosa.

Éste joven chico usó el pudor de una forma inversa, es decir, como un espejo hacía atrás. Nos muestra la intimidad de una vida para despertar cierto morbo, pero a medida de que vamos leyendo descubrimos que no hay tal vida sino una serie de juegos, de aventuras literarias, y tal vez, un homenaje a todos sus escritores. Ya que se dedica deliberadamente a plagiarlos y a admitir con un falso cinismo que lo hace, para demostrar que ser genuino es lo más falso que hay, es decir, ser un gran falsificador. Tampoco hay que agrandar su figura, hay  una alta probabilidad de que si no mueriese no pudiese apreciarse, pero el libro está escrito de una manera que nos perturba, que nos hace creer que su vida fue su literatura y se suicidó para poder llevarla a la realidad.

viernes, 23 de enero de 2015

Prólogo de Bolaño

Me parece que Ramiro era un gran lector, mucho mejor lector que escritor. Sintió el éxtasis de cada libro y eso le impidió copiarlo; por lo tanto, no le quedó de otra que hacer algo simple, pero que detallándolo tiene mucho de grande. Puede sentirse su alegría al escribir, de la única forma sincera, y esa es no dándose cuenta de que está siendo feliz. Creo que lo que los otros escritores ven en él es lo patético y lo amparan como un hijo que escribía pésimo, pero tiene la capacidad de ser tan tonto que se hace querer. Me parece que su muerte fue lo único grande que tuvo. Si no moría tan joven estaba condenado a ser un gran escritor, es decir: a la miseria absoluta.

41 hog dogs

Hace varias noches he estado yendo al puesto de hot dogs de la evangélica que conocí en el autobús, cada noche voy y comparto con ellos. La Evangelica sabe muy bien que mientras más me acerco a su marido, más cerca estoy de acostarme con ella, es inevitable que pase. Cada noche vuelvo a donde Gey Oropeza y hacemos el amor, luego le cuento mis planes de como va la conquista (¿Lo es?). Todos sabemos que soy un virus que destruye todo lo que toca, la evangélica terminará inevitablemente acostándose conmigo, Gey lo sabe, ella lo sabe, su marido lo sabe, pero nadie puede evitarlo, ya estoy en sus vidas y no me iré hasta que no ocurra.

Capítulo 6 escapada

Anoche cometí una locura. Aún no puedo creer lo que pasó. Estaba en casa de mis primas. En la casa de mis primas viven sólo mujeres. Mis tres primas todas guapas y mi tía, un alma de Dios. Hace tiempo que el loco con el que estaba casada mi tía se fue (lo corrieron porque trajo a casa una mujer joven, su prima lejana, con un hijo. Todos le ayudaron, le daban la bienvenida a aquella indefensa madre desamparada. En la casa de mis primas son tan pobres que no tienen ni jefe, y por eso reina la solidaridad y cada que hay chance se celebra cualquier cosa. Todo fue bien hasta que supieron que no era prima sino amante de el Loco). Así que suelo ir y visitarlas porque ahí se duerme hasta tarde, no se limpia, y me siento libre. Además, para ver a la Malandra e intentar dejar mi virginidad con ella.

La Malandra y yo nos conocimos en una fiesta. Yo iba a visitar a mis primas como de costumbre. Me gustaba porque con ellas hablaba de mis inquietudes acerca de chicas y demás. Sorpresivamente apareció esa noches. Escuché su voz llamando y me emocioné. Yo andaba con muchas ganas de tener novia porque estaba muy triste por mi ruptura con la Frentona (me dejó como se deja a la mierda antes de bajar la palanca del excusado) y estaba en el ordenador escuchando música triste. Por amar a ciegas, de Arcángel. Y cantaba para no llorar. Pero la aparición de la Malandra me llenó de ánimo y deseos de ligar. Nos presentaron y pude verla, detallar su hermosa sonrisa y sus cabellos rizados preciosos. Después de eso no la miré más por timidez así que me iba al cuarto de mis primas a escuchar su voz por las paredes. Las invitó a una fiesta, mi tía ni quería que yo fuera porque es peligroso para mí andar por esos barrios. Pero mi prima mayor dijo que ella quería ir. Entonces como iban todos, si me dieron autorización.

Fuimos caminado a pesar de que prometimos a mi tía ir en taxi con un dinero que mi madre prometió reponer cuando me fuese a buscar. La verdad el dinero era de mis ahorros pero no quería gastarlos, así que dijimos que era de mi tía. Pensamos que con ese dinero nos podíamos comer unos hot dogs, y yo pensé que si me hacía el loco, podía no gastar nada y duplicar mis ahorros. Llegamos hasta el sitio y era una casa no tan mal. Era mi primera fiesta. Había mucha gente mayor y algunos jóvenes. Yo estaba mudo de nervios, pero no dejaba de ver a la Malandra. Tenía una blusa naranja chillona, y noté que tenía preciosos huecos en sus mejillas y parecía que los hollos eran dos pequeños deminios traviesos que se peleaban por ver cuál de los dos se quedaba con aquella bella cicatriz de mi dolores que fue su boca.

Hablabamos y yo recordaba aquel informe que leí sobre cómo hablar con chicas y decía que uno no debe preguntar como si estuviese interrogando. La clave es: hacer preguntas de cómo y por qué y dejar que la chica suelte hasta que se enamore. Algo así. Recuerdo que colocaron una canción y me preguntó si yo bailaba. Yo les juro que pensé que me preguntaba si quería casarme con ella. Entonces dije que sí y cuando desperté de su sonrisa me llegaron los nervios.

La pista de baile era la sala de estar de una casa. Habían recogido todos los muebles (en caso de que los hubiese) tal vez para evitar daños o robo. Es bien sabido que en fiestas va cuánto loco pase y los locos roban cuanta cosa mal puesta vean. No sé si había gente de mal aspecto, probablemente sí. Casi todos en esa zona de Maracay tienen aspecto delictivo. Pero yo estaba perdido en el mover de caderas de la Malandra. Ella estaba frente a mí, y en medio de la oscuridad, y a pesar de el olor a sudor enlatado del lugar sin ventilación, la veía moverse como serpiente. Yo tal vez me moviese también, pero sólo estaba mi atención en sus caderas y en su escote. Luego se volteaba y su trasero me acariciaba el sexo por encima de las ropas. Me acercabapara besarla pero me daba terror hacerlo porque no eramos novios. No quería ser irrespetuoso. Podía hacerlo, pero estaría mal. Entonces mis primas aparecieron y me sonrojé. Estaba aterrado. Decían: ¡Eso, Ramiro sabe bailar! Y yo sonreía tímidamente y pensaba: mueran todas.

Se acabo el regetón y pusieron salsa. Yo no se nada de salsa más que a los malandros les encanta. La Malandra me preguntó si yo bailaba salsa, le dije que no. Y hizo un puchero en los labios como un niño que no es complacido, fue hermoso su rostro. Sentí que ella disfrutaba mi contacto, mi sudor, bailarme.

Nos sentamos afuera, en unas sillas playeras de esas baratas todas de plástico. Había nada más como quince en toda la casa y estabamos como reyes en sus tronos. Cuando nos sentamos un chico nos interrumpió, supongo que se habría dado cuenta de que la Malandra bailaba en su silla como si su mente se transportara a un rito imaginario en donde bailaba en dirección a la eternidad de los sueños. Y me preguntó a mí si le permitía bailar con ella. Estuve muy impresionado, si sentía celos, pero fue hermoso que pensaran que ella era mía. Los celos no eran del chico, era un flacuchento mal vestido, todos su grupo de amigos con apariencia igual de delictiva andaban sólo viendo el baile y bebiendo alcohol. Lo más hermoso fue cuando la Malandra me miró y me preguntó como si le pidiese algo a un Dios misericordioso y asesino que si no me "ponía bravo" por que se fuera a bailar. Le dije que no, creo que aún sin caer en cuenta de los acontecimientos. Pensaba: ¿Por qué pide permiso, si la acabo de conocer? ¿Sentirá ella lo mismo que yo? ¿Entonces por qué baila con ese loco en vez de hablar conmigo? Una de mis primas me preguntó que si "le había pedido el empate", sonrojé y le dijo que no. Me dijo que no fuese tonto, que ella me diría que sí. En ese momento comprendí que yo no me encontraba en el mismo mundo de donde venía, la gente aquí se hace novio si se gustan, y eso es todo. Y a mí me parecía increíble.

Me sentía celoso, hablaba con mis primas y me preguntaba cuándo aparecería la Malandra ¿Habría hechizado de la misma forma a aquel chico y ya yo era no más que una insignificante canción en el mundo de las canciones que se olvidan? Luego de la segunda canción apareció, se sentó y dijo que no le gustaba cómo bailaba aquel chico, "no sabe bailar" dijo con desdeño. Eso aniquiló mis deseos de salir a la pista de baile a improvisar como había ocurrido ratos atrás. Y también pensé con celos: o sea, que si es por ti me dejas aquí solo toda la noche y tu con otros. Pero los celos se esfumaban con su sonrisa pícara y coqueta. Me dijo: bailar salsa es fácil sólo haces ésto, mientras tomaba mis manos a la altura de su pecho y las movía guiadas por las suyas en circulos como de humo. Sonrojé y dejó caer nuestras manos en sus muslos delgados y mis manos estaban como muertas, pero realmente se hacían las dormidas para sentir su calor más allá de las telas blancas de su pantalón.

Pasaron minutos y no nos soltabamos las manos. Yo sentía que cuando ella me soltara la noche se acabaron. A veces soltaba una, se rascaba la nariz o se acomodaba el escote y luego volvía a mí. Y yo me sentía como un trapecista que soltaba una cuerda para ir a columpiarse de la otra. En esos instantes sin sus manos en las mías el terror y el desamparo me sometían a su piel. No aguanté más y le dije al oído que si quería ser mi novia. Se hizo la que escuchó mal y se lo repetí humillado y arrepentido. Sonrió, vio alrededor y al mover su cabeza vi sus mejillas y me llenó de ternura y valor observar los hermosos huecos de sus mejillas. Dije: ¿Si te gustaría? Seleccioné cuidadosamente mis palabras, una profesora me había enseñado que si uno dice: "¿No te gustaría?" Es probable que te digan que no, y si uno dice "si te gustaría" es probable que tampoco, pero tal vez te digan que sí.

Quedó en silencio, me dijo que lo iba a pensar. Me entró un placer muy parecido al sufrimiento. El placer de conquistary enamorar. Colocaron regetón de nuevo, bailamos. Ella ya estaba más sudada, desarreglada. Nos besamos, la besé tanto que ya que importaba sí me decía que sí o no.

Esa noche mis primas le propusieron que fuese a dormir a la casa de mi tía, ella pensó un poco y entre todas convencieron a la malandra de decir que sí. Fuimos a altas horas de la noche a su barrio, uno de los más peligrosos. Una de mis primas, mayor, estaba de novia con un chico sifrino que estudiaba en una universidad cara. Mi prima, aunque cueste creerlo, no era su novia por eso, sino a pesar de eso. Ella ya tenía una pareja con dinero, un señor mayor. Cualquiera pensaria que el chico por lo menos era guapo, pero no, que va, más feo que una patada en los testículos. El pobre andaba aterrado, casi se pone a llorar de miedo. Recorrimos un pequeño puente ideal para que nos violaran y asesinaran a todos. Por suerte la Malandra vivía enla entrada del barrio y no debimos ver mucho hampa. Su madre era de su tamaño, delgada, parecía una anciana pero no creo que lo fuese. Era de esos cuerpos llenos de vicio y mala vida. Sólo le dijo: hija usted ya es grande, yo complí ya con hacer que se gradué del liceo. Usted sabe que es bueno y malo. Creo que la señora estaba drogada.

Al llegar a casa de mi tía intente hacerle el amor, pero sólo dejo besarse. Menos mal. Porque no tenía idea de cómo,  aunque si tenía condones.

La locura que hice ayer fue escaparme a la casa de la Malandra, mentí, dije que mi padre venía por mí y quería verme. Pero me fui con ella. Quería follarmela. Estando solo con ella, su barrio se veía más aterrador. No puedo describir el pánico que me dio. Cuando llegamos a su casa una por una a velocidad sistemática todas mis espectativas iban ahorcándome. No hicimos el  amor, me sacó una silla y me puso a dormir sentado. Ella se acosto en su cama y en la madrugada me vino a abrazar. Le pedí que se sentara en mis piernas. La verga se me endureció y la besé. Ella se sentía incómoda y arrimó una silla a mi lado. Se quedó dormida y yo aproveché para chuparle una teta.

Al otro día me sentía el tipo más miserable del planeta, mi madre vino por mí, me descubrieron la mentira. Mis primas se enojaron y lo peor es que no pude dejar de ser virgen.

Capitulo trece, los senos de la Chama.

Hoy la chama vino por primera vez a mi casa, estabamos solos. Nos besamos tanto que no eramos nosotros. Los besos poesían el control sobre sí mismos. Cuando reaccioné le estaba quitando el sostén y ella me detenía. Me dijo que no, era muy pronto. Y le dije con una voz angelical que estaba seguro que venía del mismo paraíso: ¿Me dejarías besar tus senos? Mi tono de voz la cautivo y cuando intenté quitar su sostén no pude, pensé que iba a apagar sus ganas con mi torpeza, pero ella misma se lo quitó. Cuando los vi, le dije que eran los senos más bonitos que había visto (era primera vez que veía unos con la luz encendida) y ella se ruborizo. Del resto no pasó nada importante, eso bastó para hacerme feliz.

Segunda parte Georgina

Georgina Andreina, Honduras.

El vino a mis clases, mis alumnos me dicen La Nazi porque les parezco muy estricta. Ramiro era el alumno más joven, aparte de eso no me pareció gran cosa. Hasta que empezaron a llegarme cartas anónimas. Juraba que eran cartas de un hombre, no de ese niño. Dije un día en clases que yo no salía con alumnos, fue para descartar y ver quién me mandaba las cartas. El dejó de asistir y las cartas no dejaban de llegar. Cuando fui a preguntar por él en las oficinas de la universidad, descubrí que no era alumno. Nunca paso lista, cada estudiante firma asistencia si quiere. Él me seguía a donde fuese, estudiaba mis pasos, y respondía todas las preguntas que sabía que me hacía, en cartas. Sus cartas eran tan bellas que sin darme cuenta terminé haciendo el amor con él, y no sé cómo. Con él uno siente que las cosas pasan de forma inevitable. Yo era la que más hablaba, él llegaba cuando lo necesitaba, muchas veces sospeché que él mismo ocasionaba todos mis problemas para ser mi héroe poeta; pero la pasabamos tan bien, que me gustaba. Un día dejamos de vernos, debía pasar. Eramos como leche y arequipe, es decir, yo muy refinada y el muy poeta. No era bohemio, el pensaba que la bohemia era un subsitema dentro del sistema. Me recordaba a Sabina, me hacía sentir joven de nuevo. No se crean, yo soy joven pero soy tan madura que me siento anciana. Y él no era idiota, era muy listo y vivía siempre en una constante lucha por ser libre y joven, un niño. Si algo me enseñó fue a que la libertad no es qué color de cabello usas sino algo sin nombre que tenemos dentro y que cuesta, hay que pelear con Dios sabe quién, quizás uno mismo, para conquistarla desde la conciencia. Lo más extraño de ésto es que él se fijara en mí, fijáte. Una mujer de negocios ¿Qué buscaba un poeta en clases de negocios?

Segunda parte profe Alexa

Alexa Chale, Bulgaria.

El tio escribía genial, pensaba que era español, pero los españoles no escriben tan profundo porque no tienen la perturbadora realidad de los suramericanos. Ellos hablan de teorías, de dolormde amores, etc. Los latinoamericanos no pueden aunque quieran porque tienen la realidad escupiendo en sus caras. Cuando Maria me dijo que conocía un chaval español que escribía pensé: uno de esos fenómenos comerciales de redes sociales que creen que un cambio hormonal es la vida misma.  Pero no, era poesía de verdad. Su gramática dejaba que desear pero te quemaba leerlo, siempre he tenido debilidad por los escritores que pueden decirme puta y pedazo de mierda, y a la vez hacerme sentir Diosa. Cuando lo vi fue decepcionante, si tuviese polla se me habría puesto flácida. Era un niño, no podía creerlo. A él le encantaban mis tatuajes y mi sonrisa. Odio mi sonrisa, tengo un diente roto. Pensé que decía que le gustaba como estos tíos que dicen cualquier cosa para follarte, pero qué va, todo el tiempo me hacía reír porque sabía que de otra forma no se la mostraba. Maria sigue en mis clases luego de que lo corrió porque se acostó conmigo, fue muy infantil. A fin de cuentas volvió con su novio apenas lo dejó. Para nada, porque ella me decía que Ramiro le decía las palabras que siempre soñó que el ex le dijese. Cuando las mujeres somos jóvenes siempre elegimos al más idiota porque tenemos miedo de elegir al hombre que nos llena de una pasión que no podemos controlar. Ver a mi hermosa hija me recuerda éso todo el tiempo, su padre es un asno. Ramiro me sigue escribiendo todo el tiempo, siento que busca en mí la parte de Maria que a la vez es parte de muchasptras mujeres con las que ha estado. Ramiro es así, estaba hecho de pura pasión y nostalgia.

17 el chismoso.

Un chico me preguntó a manera de confidencialidad que si la Chama y yo intentábamos tener sexo. Dije que dejabamos eso para cuando nos casemos. No quiero que nadie sepa nuestra vida íntima. Eso no es de caballeros.

38 Conociendo a la parcera

Al llegar  de España, una chica me estuvo mandando mensajes de texto. No sé cómo es, pero dice que es amiga de una de mis primas, y que vio mis fotos y le parezco lindo. No he sabido más de la Frentona. La chica misteriosa y yo hablamos todos los días, gastamos mucho dinero en llamadas. No sé cómo puede gustarme alguien que no sé cómo es. Creo que la uso como excusa para no pensar en la Frentona.

Fui a casa de mis primas para conocer a la misteriosa. Mis primas me dijeron que es fea, que la bonita es su hermana. Al parecer le mostraron la foto a su hermana y la misteriosa se enamoró de mí. Estoy estupefacto. De todas formas quise ir a verla, aparecimos de sorpresa en su casa y apareció ella, andana en pijamas, cuando me vio se metió gritando a su casa. Mi prima y yo nos vimos y reímos. Al cabo de unos minutos la chica apareció con un moño raro en la cabeza, hablamos. Es raro cómo una persona que se gasta horas hablando contigo por teléfono, cuando te tiene al frente, no dice nada. Cuando me iba me acompañó a la parada, unas niñas que parecían cucarachas me gritaron cosas: uy papi que bello estás. En mi vida había causado semejante impacto en una mujer, la misteriosa se enojó e iba a ir hasta donde ellas para darles una paliza. Le dije que no peleara y le di un beso. Hemos seguido en contacto por mensajes pero me gusta ahora una chica que conocí en una fiesta, se llama la Malandra. Descubrí que la Misteriosa es fanática de películas de capos, así que todo el tiempo me dice Parce, y yo también a ella. Somos buenos amigos a distancia.

Anoche mi prima y yo estabamos hablando de nuestros primeros besos, dormíamos juntos. Espalda con espalda. Empezaba a sentir su respiración fuerte, sin darnos cuenta nos volteamos y empezamos a besarnos. Me besaba como un perro lamiendo mi boca, pero se sentía bien. Luego me dio una patada muy fuerte y me dijo que no podíamos hacer eso. Fui al otro cuarto y me masturbé, aún me duele la costilla.

Segunda parte Marwan

Marwan, España.

Era un tío extraordinario precisamente porque era normal. Hicimos recitales de poesía juntos, era un show, decía que ser revolucionario no tiene mucho sentido si haces lo que todos los revolucionarios hacen. En sus recitales contaba anécdotas, era un Stand up comedy de poesía por así decirlo. De pronto se fue, en el fondo él sabía que un escritor debe ser famoso por lo que escribe y nada más, porque si primero se hace famoso haciendo otra cosa, sus libros están condenados al segundo plano, a ser pasatiempos, y para él la literatura lo era todo.

He compartido escenarios con otros chavales, casi siempre soy el mayor y entiendo que los jóvenes sean estúpidos y creídos, yo lo fui. Pero Ramiro precisamente sabía sus defectos, es como si tuviese un crítico dentro que le impedía escribir sin ver lo ridículo que es el oficio de escribir, y en eso consiste su literatura, en reírse de sí mismo, con un humor muy serio, muy genuino, todo lo que decía daba risa porque era verdas y te hacía ver dentro de tu alma mientras veía dentro de la suya.

Lo conocí por una chica muy guapa, en Murcia. Ella no quería saludarme pero él la arrastró y dijo frente a todos como si fuese un saludo:

"¡He Marwan, ella y yo queremos hacer un trío contigo!"

Los miré incrédulo, y prosiguió: tranquilo tío,  un trío heterosexual, a ella le gusta mucho por el culo y su fantasía es hacerlo en la cocina contigo y conmigo.

¿Luego de semejante encuentro, como no creer que era el poeta más fascinante del mundo?

Prólogo de Vargas Llosa.

Éste joven chico usó el pudor de una forma inversa, es decir, como un espejo hacía atrás. Nos muestra la intimidad de una vida para despertar cierto morbo, pero a medida de que vamos leyendo descubrimos que no hay tal vida sino una serie de juegos, de aventuras literarias, y tal vez, un homenaje a todos sus escritores. Ya que se dedica deliberadamente a plagiarlos y a admitir con un falso cinismo que lo hace, para demostrar que ser genuino es lo más falso que hay, es decir, ser un gran falsificador. Tampoco hay que agrandar su figura, hay  una alta probabilidad de que si no mueriese no pudiese apreciarse, pero el libro está escrito de una manera que nos perturba, que nos hace creer que su vida fue su literatura y se suicidó para poder llevarla a la realidad.

Prólogo de Saramago

Me parece que todos usan ésto como un entretenimiento, hacen de el arte algo tonto. Me cuesta creer que tanto escritores se presten para hablar y hablar de un libro, que a mi parecer, no tiene nada de fascinante.

Capítulo 7 intento fallido

Anoche la Malandra vino a mi casa, mis primas no me hablan pero otra prima, una que es como mi hermana porque nos criamos juntos. Al oír mi historia se puso de mi lado y fue muy comprensiva. Me hizo ver que la Malandra me controlaba mucho, que no quería tener sexo conmigo sino aprovecharse de mí. La Malandra en ese entonces me pedía regalos, se enojaba conmigo por todo y yo siempre terminaba suplicando perdón a pesar de que no me sintiera culpable. Todo por su vagina.

Mi prima hermana me preguntó que cuántos años tenía la Malandra, y le dije que dieciocho. También le confesé que yo le había dicho que tenía dieciséis cuando realmente tengo catorce. Las risas de mi prima estremecieron toda la vereda de su calle. Me dijo que era un perro sucio y mentiroso como todos los hombres. Lo raro es que su tono tenía un aire de orgullo, así como cuando un padre dice: ¡Ese es mi hijo! Me aconsejó que fuese una mierda, que a las mujeres hay que tratarlas mal. Cuando uno las trata bien, ellas vienen y te montan la pata, te chulean, hacen contigo lo que les de la gana. Estaba perplejo y atento. Mi mirada debió ser muy expresiva porque dejó el tono proverbial y serio de sus palabras, y entre risas pícaras y con un tono de confesión prosiguió a explicar que así eran las cosas, y que tenía yo mucho que aprender.

Mí madre organizó una reunión en casa y mi prima hermana me dijo que invitara a la Malandra. La Malandra estaba enojada conmigo y yo le había suplicado que me perdonara y se hacia la dura. Mi prima me dijo que la llamara y antes me dio unos consejos de cómo debía hablarle para manejar la situación. Fuimos a un puesto de teléfonos en alquiler que una tía de nosotros tiene. Está en medio de la calle, debajo de una sombrilla, con tres teléfonos celulares antiguos, encadenados para que no se los roben. Como suelen ser todos los puesto de alquiler de telefonos.

Al llamar a la Malandra, le dije lo de la reunión y si quería venir, en un tono de reconciliación. Es decir, con dulzura pero atento a la respuesta. Ella vaciló en tono arrogante y decía que no sabía. Una rabia se apoderó de mí, y sentí que me pisaban el corazón. Le dije que si no quería no fuera, y colgué. Sentía que había hecho justicia y a la vez me sentí estúpido, quizá porque quería realmente hacer el amor con ella. Mi prima y mi tía celebraron con orgullo mi acción y eso me hizo sentir respaldado y calmado. La malandra llamó al teléfono de alquiler, en éstos caso quién atiende el puesto de teléfonos no contesta, pero mi tía sospechaba que era ella y contestó, me la pasó con una risa malévola. A la media hora la Malandra se había aparecido en donde mi prima. Pocas veces un consejos funciona tan bien.

Cuando llegamos a casa, esa noche intenté hacerle el amor. Fue la primera vez que una mujer me vio desnudo. A la Malandra no le gustaba usar la lengua en los besos, eso era deprimente. Besé su cuello, sentí su olor, me apodere de sus senos y besé una cicatriz que tenía en su abdomen. Yo no tenía idea de cómo era una vagina así que mi prima hermana y mi madre me hicieron un mapa mundi de un clítoris. Fue vergonzoso pero la necesidad por delante. No sirvió de mucho porque cuando estaba con la Malandra lo que hice fue lamerla suavemente por horas. O por lo menos así lo sentí. Mi mandíbula se acalambró y ella no dejaba de germir, fue muy sensual. El olor de su vagina humeda me hacía sentir animal. No me dejó penetrarla y fue frustrante. Le pregunté si me podía hacer sexo oral y me dijo ofendida que eso es de putas. Y yo le repliqué que yo se lo había hecho, ella dijo cosas tontas e infantiles sin sentidos. Me pidió que durmieramos. Lo hicimos, mi pene seguía duro y la abrazaba fuerte, olía su cuello, le acerqué mi pene y empecé como a follarla con ropa. Ella me pidió que me detenga. Cargaba una tanga de hilo ¿Por qué si no había ido a follar? Me confesó que le daba miedo y la entendí. La abracé, nos dormimos.

En medio de la noche sujete su cintura y le daba empujones con mi pene en su trasero. Volteó para decirme que no y le di un beso salvaje y largo. Saqué mi pene y ella lo tomó. Ella lo abría y cerraba con fuerza y yo gemía en su oído suplicándole que lo hiciera más y más fuerte. Al final me corrí y a ella le dio repulsión que mi semen nos empapara. Se limpió y dormimos.

Hoy cuando desperté, tomé su ropa interior de anoche mientras se daba una ducha. Estaba toda humeda en su vagina. La olí y era el mismo aroma de cuando mi lengua lamía su clítoris. Lo guardé, cuando nos íbamos lo buscaba como loco y le dije que si la encontraba le prometía dársela. Mientras pensé: no dejaré que ningún otro goce de esta tanga.

33 adiós Chiqui

La chama descubrió lo mío con Chiqui, por unos mensajes de texto. Todos mis amigos dicen que soy un idiota (no porque la engañé sino porque no borré el texto, la Chama entre lágrimas dijo lo mismo). De mis amigos, nueve son mujeres, y de esas, ninguna es mi amante. Creo que mi esfuerzo por ser fiel a la Chama es sincero, en promedio de cada diez mujeres con las que puedo tener sexo, me cuesto sólo con una. A lo mejor en promedio parcial soy un hijo de puta,  pero en promedio general soy un buen hombre. Mis deseos sexuales (desenfrenados) por las mujeres me hacen ser un gran amigo. La amistad es como un deseo sexual incestoso. Un deseo separado por una enorme y hermosa distancia, la cual contemplamos como una hermosa nube, o un barco que se pierde en el mar, y todo eso es la fraternidad. Ser amigos es desearse desde una inalcanzable distancia, estando justo al lado de esa persona. Por eso apenas nos acostamos con un amigo la amistad se pierde, porque el deseo se hizo tangible, muchas veces lo peor que le puede pasar a los sueños es hacerse realidad. Hay sus excepciones claro está, amigos que son amantes, pero cuando ésto ocurre es probable que esa persona no encaje del todo en la etiqueta de amigo, y si no fuese por el sexo, tampoco en la de amante. Esas relaciones son como accidentes o desgracias que, aunque nos cueste aceptarlo, nos salvan de esa lenta muerte que es nuestra existencia. La realidad fantástica y utópica existe porque existe la vida normal y miserable. Los amantes existen porque hay esposas, y mientras más nos alejamos de la sociedad nos damos cuenta que el infierno somos nosotros y no ella, y a la vez somos el cielo: cuando la cambiamos, cuando nos acostamos con los amigos y gozamos del momento, aunque eso signifique hacer sufrir a la Chama. Cualquiera puede pensar que no amo a la Chama, probablemente es cierto, porque lo que la gente llama amar es más un apodo que un nombre. Ni siquiera es una aproximación, es sólo un nombre que se le da a lo que no somos capaz de explicar. He ignoramos que cuando empezamos a creer que sabemos "qué es el amor", ya eso deja de ser amor. El amor debe ser algo que no te lo expliques y que te llene tanto que no sientas la necesidad de buscarle nombre. Y yo amo a la Chama, no siempre, pero en esos ratos de amor siento una llama que me ciega por completo y entonces puedo verlo todo. Es una visión como de sueños, y como es de sueños, es inútil tratar de explicarla.

Fui y le dije a Chiqui la verdad (toda, no a medias). Me dijo que soy un idiota porque no borré los mensajes. Muchas veces creo que hacer lo correcto y vivir, son dos cosas muy distintas. Es fácil ser correcto y ver qué está mal, cuando nos alejamos, cuando nos adentramos a esas reflexiones tan nobles y tan ajenas al mundo. Pero la vida con las personas es un tejido de pasiones, y queremos destruir todo lo que se interponga entre nosotros y quienes nos desbordan de ganas. Salvándonos de la mediocridad, que nos hace creer que podemos gozar la vida empapándonos pero sin mojarnos. Así es como Chiqui, esa Cristiana redimida, se encontraba luchando por no perder su puesto de amante. Porque al final, lo correcto es lo que nos haga feliz, y luego si quieres pensamos en la humanidad.

Se enojó y fue a besarse con un chico que parecía la versión pirata de Bob Marley, un greñudo que se creía un gran filósofo porque fumaba marihuana. Ésto es como creer que nadie ama como un borracho porque no tiene miedo de hacer el ridículo por amor. Hizo lo que suele hacer cuando no consigue lo que espera de quienes ama: hacerse daño para que, los que la quieren, sufran.

Se comportaba como una niña tonta y caprichosa (y yo como un imbécil asustado, no lo niego) entonces recordé esa clase donde el profesor de psicología nos decía que los Emo (gente que se hace daño, se corta las venas they are always depresed) son niños de mami y papi con falta de cariño, ya saben, tonterías del primer mundo. También nos dijo cómo la gente religiosa cree que Dios les multiplica el dinero gracias a diezmo, cuando en realidad, estudiado a fondo, sacamos la conclusión de que aumenta su dinero porque se niegan a los vicios y el despilfarro. Es decir, ahorrar y vivir una vida sana (y por qué no: invertir), es como ganar la lotería poco a poco. Pensar me gusta, se me hacía más placentero pensar que preocuparme por la Chiqui y su greñudo.

Cuando salí de clases la Chiqui andaba por allí, ebria y oliendo a tabaco (era lunes). Me suplicó que la acompañase a su pueblo, me pareció bien, que alguien no este contigo no significa que no le pertenezcas. Y yo, a pesar de mi decisión, seguía siendo de Chiqui desde nuestra tarde juntos. Nos besamos en el bus (primero me cercioré de que no hubiese nadie que conociese a la Chama) luego dimos vueltas durante horas por la plaza. Nos abrazamos y nos dijimos adiós. Y desde ese día no he dejado de pensar en ella cuando estoy solo, le escribo poemas cuando me siento triste. Me avergüenza decirlo, pero la he idealizado y hecho musa. Sé en mi fuero interno, que las mujeres cuando se van para siempre de tu vida: se hacen diosas, perfectas y musas. Y que si una mujer se va de tu vida, es mejor rezar porque no vuelva jamás.

Escribí un poema sobre Chiqui, se llamaba: Sometido a tu piel. Se lo mostré a una escritora llamada Bibiana Faulkner y me dijo que era un mal poema escrito por un buen escritor. Me llenó tanto de alegría su crítica, que tomé la decisión de dejar los estudios, salir a buscar trabajo, a aprender de forma audidacta todo lo que me inquieta, y en especial: salir a vivir.

De todas formas la Universidad Arturo Michelena es muy costosa y no puedo seguir pagándola. En fin, cualquier excusa es buena para aferrarse a una esperanza.

Capítulo dieciséis, la primera vez.

Ya teníamos días conociéndonos sexualmente. Ella decía que no quería hacer sexo oral, pero un día, pasando mi pene entre sus bellos y enormes senos, se acercó a su boca y ella sin pensarlo lo comió. Fue como hacer realidad un sueño. Tanto tiempo imaginando como se sentía, y por fin pasaba. Su cuerpo es perfecto, un largo cabello negro, unos grandes senos, un rostro de ángel. Lo hicimos por primera vez hoy. Nos cuidamos, nos veíamos a los ojos, nos amabamos. Fui tan dulce que no sangró. Sólo recuerdo ver sus ojitos cerrados llenándome de magia. De vez en cuando los abría como para decirme que me había elegido para ser el primero porque lo merecía. Fue hermoso, no eyaculé pero no importó, es el día más feliz de mi vida. No se sale de mi cabeza el sudor que llenó mi abdomen durante toda la consagración de amor.

Segunda Parte Valeria

Valeria Morales, Paris

Supe de él en el DF, me pareció encantador. Aunque sinceramente, soy de las que se informa bien. Era un tipo muy pero muy raro. Siempre tenías la sensación duda ¿Cómo?  No sabías si él habia planeado todo tan bien, que parecía espontáneo.

Lo ayudé a venir a París, lo cierto es que desde que lo conocí me gustó. A pesar de que nomme hacía el mas mínimo caso, pero es lo que te digo, personas así te hacen sentir que te gustan precisamente por eso. Y, luego apareció ¿Por qué vino a mí, sabía desde el comienzo que me iba a necesitar? Me mantuve aislada, y eso me produjo un deseo incontrolable. Me daba miedo acercarme, porque sabía que detrás de su cara de tonto había algo sospechosos.

Me di cuenta que alejándome en vez de huir lo tenía todo el rato en mi cabeza. Llegaba de vez en cuando, justo los días que yo más lo deseaban ¿O acaso no, pero él me hacía creer que lo estaba deseando? Debía encontrar algo para drenar mis deseos por ese idiota patético, así que me dediqué a seguirlo. Vi cuando conoció a Elizabeth Bretón, es una artista que murió sin publicar nada, a ella también la espié un tiempo.

Se metía en piscina frías, era de familia adinerada pero andana en trapos de mendigo todo el tiempo. Eso sí, la chava se duchaba tres veces al día, aunque en París eso parece más un acto de sadismo que de aseo. Me di cuenta de que no podía tomar el sol porque su piel se mudaba como la de las serpientes. Dormía sin llaves tal vez esperando que alguien viniera y la matase. Recuerdo que un día no me pregunten que tipo de fuerza malévola me llevó a acercarme a su casa. Estaba recitando poemas de Baudelaire y Rimbaud, pero lo extraño es que lo hacía leyendo un libro de las obras de Nietzsche. Cuando de pronto empezó a gritar y mi instinto me llevó  a entrar, pensé que había pasado algo. Era el grito de alguien que clama auxilio en el desierto. Cuando entre tenía cara de asesina, supe en ese momento que había cometido un error que podía costarme la vida. Me paralice y ella con un gesto agresivo y sombrío en su rostro, un gesto que parecía tallado en piedra. Tomo un lápiz y me empezó a dibujar. No sabía lo que estaba pasando ¿Iba a morir? Terminó un dibujo y era precioso, luego me hizo con gestos que me quitara la ropa, aún no sé por qué lo hice. Me dibujo toda la noche y cuando me fui sentí que alguien me había hecho el amor sin siquiera tocarme. Como dicen que lo hacen los escritores. Entonces me hube en mi cuarto y sentí una ardiente daga abriendo mi espalda: todo el tiempo había sido Ramiro.

Prólogo de Borges

Ramiro fue un escritor menor, un volumen perdido entre los volúmenes de la efímera existencia humana. No tiene nada de grandeza, y da la impresión de que tampoco la busca. Como escritor es patético, pero se sabe tan insuficiente de crear que se suicida. Y ésto nos lleva a pensar de que se sabía incapaz y miserable pero nunca lo demostró. No recurrió a grandeza, ni antepasados, ni nada. Hay tan poca importancia por sí mismo como escritor que es imposible que sea casual, debe haber deliberación. Pero no se nota, se negó toda posibilidad de ser magnífico porque pensó que si lo hacía su muerte no sería limpia y nadie podría defenderlo. Al final tuvo la valentía de los animales, de ser inmortal a fuerza de ignorar su muerte. Y para lograr ésto, tuvo que tenerla tan presente, con tanta pasión, para poder estirparla.

24 despedida con la Malandra.

Fuimos de viaje a la playa de Cata con mi padre, mi prima hermana, mi primo el Negro, unas sobrinas de la mujer de mi papá, y a último momento invitamos a la Malandra. El viaje fue un fastidio porque la Malandra no hacía más que pedirme cosas, regalos, etc. La segunda noche me dijo que debíamos terminar porque le parezco muy infantil. Mi prima se hizo amiga de ella y logró sacarle la información de que le gustaba otro chico, un tal Yonaikel.

Todo el grupo se encontraba dividido, Mis primos y yo, la Malandra aislada, y las sobrinas de mi madrastra: Victoria, una chica muy graciosa y amigable, y Chury, un pequeño monstruo que jamás se está quieto. Se podría decir que nadie se soportaba. Cuando nos disponíamos a dormir las luces se apagaron. Salimos todos y hacía una brisa enorme, las sillas que se encontraban alrededor de la piscina empezaron a bailar en circulos: ¡Era un huracán! Intentamos regresar  a la habitación, todos se metieron y cerraron la puerta dejándonos a Victoria y a mí afuera: llegamos tarde porque somos los dos gordos del grupo; y por lo tanto, los más lentos.

¿Qué hacemos? Preguntó ella como quien suplica por su vida.

La tomé de la mano, nada me llenó tanto de coraje como su espantoso llanto: debía callarla, escucharla era peor que morir. Fui por la ventana de la habitación, que estaba en dirección opuesta a la puerta, y los dos saltamos como ballenas voladoras o hipopótamos con alas y caímos, afortunadamente, en una cama que no tengo idea cómo logró resistir el peso. Dentro de la habitación todos gritaron aterrados y casi llorando. Cogieron la pizza y nos la empezaron a lanzar como si fuesemos demonios en busca de sus almas. Gritaban lloraban y los trozos de pizza iban disparados en todas las direcciones de la habitación de hotel. Sin darnos cuenta todos atacabamos a todos habiendo olvidado la crisis. Teníamos tanto miedo que olvidamos a qué le temíamos. Cuando el Negro pisó  (¿o pizzó?) una cáscara de pizza que estaba en todo el medio, y se calló de culo, y se puso a llorar, simultáneamente todos reímos y se nos olvidó el huracán, la guerra y la enemistad entre nosotros: los negros siempre sacrificándose por la humanidad.

Salimos y afuera no había huracán ni nada ¿Lo habríamos soñado, o inventado para tener una excusa y poder ser amigos? El resto de la noche fue una fiesta. Y al terminar, cuando todos dormían, me pasé a la cama de la Malandra y la toqué en el clítoris hasta que tuvo un orgasmo. Le dije que hicieramos el amor y me preguntó que si yo sólo la quería para eso, dijo que por eso quería terminar conmigo. Para callarla la acaricié de nuevo, y acabó de nuevo. Cuando le dije otra vez para hacer el amor me dijo que tenía sueño ¡Maldita sea!

Al día siguiente la dejamos en una plaza cerca de su casa. No supe más de ella, ni quise saberlo tampoco.

Seguna parte Maria Kovachevit

Maria Kovachevit, Bulgaria.

Lo conocí en la empresa de mi padre, trabajaba de leñador, estaba muy loco. Decía que las maderas cortadas por el hacha escondían historias y cuentos. Me gustó porque pensé que era español, pero yo tenía novio. Cuando nos conocimos sabía toda la historia de Europa, era asombroso. Un día me dejó mi novio y Ramiro apareció e hicimos el amor. Vivimos juntos un par de semanas. Me daba miedo lo soñador que era, costaba creer que decía las cosas no para enamorar y llevarte a la cama sino porque de verdad pensaba que la vida podía ser hermosa. Le encantaba verme despeinada, y me pedía siempre sonrisas, yo nunca sonrío porque tengo un diente roto pero a él le encantaba, tenía una fascinación por mis defectos. Cuando supe que era suramericano me decepcioné, pero a pesar de eso me seguía gustando. Yo estaba muy deprimida, y un día me tomó de la mano, se metió en la ducha conmigo y dimos un concierto juntos de Queen y Guns N' Roses. Era un gran tío. Volví con mi novio y el se fue, bueno, lo corrí. Es que me estaba enamorando y enamorarse saliendo de un amor es aterrador. Sé que fui muy dura, nunca supe más de él. Aún guardo sus poemas, me escribió muchos, mi favorito es uno que se llama La mujer que yo quiero. Hablabamos en inglés y yo practicaba el español traduciendo sus cosas. Cuando mi profesora de español leyó sus poemas lo quiso conocer y se terminaron acostando, así fue como supe que lo amaba y debía largarse para siempre.

Parte final la Chury

Naomi "La Chury" Salas, Caracas.

Seudointelectualidad, de eso se trata.

Me molesta que se tome este libro como una revolución sexual, porque no lo es. Ramiro juega a ser dios demostrándole a sus piezas de juego qué tan esclavos son, y les hace creer que son libres por darse cuenta de su mediocre concepto del sexo.

Al él lo conocí cuando eramos niños, yo aparezco en una historia que narra. No lo vi más sino hasta que creció, pensaba que era un niño rico de esos estúpidos, pero era muy inteligente y además, ascético. Si no fuese por su empedernida obsesión con el sexo, no tuviese ningún tipo de placer en su vida.

¿Me explico? De eso se trata, Ramiro es alguien que crea prisiones mentales en las que te atormentas y luego te dan una película porno una sombra borgiana, y tú piensas que esa es la libertad sexual, es decir es un juego macabro en donde las personas son pequeñas aves que luego de un tormentoso encierro: creen que volar es ser libre.

Él y yo tuvimos sexo, no digo hacer el amor, fue sexo ¿Por qué? Porque es mi vagina y puedo meterme en ella lo que me dé la gana. Y si quiero follar, follo. Y si me quiero enamorar, me enamoro; así, y nada más. Por éso no caí en el juego... fíjate, en Venezuela se puede decir que hay dos tipos de liberación sexual: El modelo de Diosa Canales y el de Yeilove.

El de Diosa consiste en hacerte puta (entiéndase puta como una mujer que se acuesta por intereses comerciales y no por placer) y aprovecharte de la cultura machista en la que estamos sumergidos, como en un pozo de mierda. Ésta corriente consta en sacarle plata a los tipos y aprovecharte de su imbécil forma de ver el mundo. Toda la sociedad corre tras los culos quizá porque no se han dado cuenta que tienen uno detrás, por eso vemos que en los comerciales de pasta de dientes o un par de tenis: te muestran una tipa de un culo descomunal.

La otra corriente, a la que pertenezco, es la de Yeilove, consiste en lo mismo que la anterior; pero además, en enseñar a las personas que no hay una sola realidad en el sexo. Vivimos llenos de prejuicios y creyendo que estar libres de prejuicios es tener prejuicios diferentes. Soy bisexual y en una oportunidad fui a una fiesta lesbi, donde me dijeron que soy una asquerosa por meterme penes.

Vayamos el mundo de la literatura, se ha creado un falso concepto de libertad en ella. Les daré de ejemplos a tres grandes poetas lesbianas: Elvira Sastre, Alejandra Saiz y Monica Gae. Todas ellas son estupendas poetas, no lo dudo pero, ¿Si fuesen heterosexuales tendrían la misma fama? Probablemente no, ¿Por qué? porque la gente es bien morvosa y rara vez los grandes artistas se hacen populares por su grandeza sino por cosas secundarias.

¿Por qué aceptamos a las lesbianas sólo cuando son femeninas? No digo que por eso la preciosa Alejandra Saiz deba dejarse crecer los vellos de la axila o engordar, sólo digo que la poesía es más profunda. Ella es bellísima, muchas veces me imagino en un trío sexual con ella y Monica, pero el arte no se trata de eso.

¿Si Elvira Sastre escribiera poesía sobre lo divino que es tener un pene en la boca y una espalda peluda en tus brazos, tendría la misma popularidad? No.

¿Sería igual de gran poeta? Por supuesto que sí.

¿Se dan cuenta lo falso que es, decir que hay una revolución sexual cuando las lesbianas son aceptadas sólo en la medida que sean atractivas para el hombre: que en la cultura latina sigue siendo, muchas veces, el que tiene el poder económico? Es decir, ser lesbiana está bien si los penes lo aceptan.

Qué tal si hablamos ahora de las mujeres ¿Si un poeta como Pablo Benavente escribiese un poema sobre dos gays follando, seguiría siendo el ícono que es? Probablemente sólo lo aceptaría la comunidad gay, pero la hetero nada que ver. O hablemos de su aspecto, ¿No se ha vuelto la bohemia una tonteria comercial? Si Pablo dejase su sensual aspecto de vagabundo y se vistiera como un oficinista (cada quien se viste como le da la gana, el ejemplo es para esclarecer los prejuicios) ¿Cambiaría en algo el talento de su poesía? No, pero probablemente le harían menos caso. Eso es lo que me emputa, la poesía se ha vuelto un maldito comercio como toda la existencia, ya entiendo por qué Ramiro se mató.

Vamos a latinoamerica, Bibiana Faulkner es una diosa en el estilo, pero casi todos la tienen como un ícono sexual de rebeldía. Una lesbiana agresiva, y por qué, porque el público como decía Wilde, siempre tiene gustos mediocres y por eso el arte los despierta. Adaptándose el artista al público, deja de ser artista. Mi cambio en la forma de ver el sexo empezó con Bibiana, y llegué a ella por deseos sexuales, eso es lo bueno del arte: nos demuestra que nada esta perdido. Pero Bibi es una excepción ¡Así que a ponernos las pilas escritores!

¿Qué me dicen de Alme Delia? La única escritora que no se subleba al papel típico: La poesía es de el fuerte exaltando al débil.

Ejemplos.

A) Lesbiana atractiva para los hombres diciendo lo hermosa que es otra lesbiana atractiva para los hombres.

B) El hombre hablando de lo bello que es una mujer (porque ella es una indefensa, que sin un hombre que hable por ella, nadie sabría lo que vale).

Y así podemos seguir variando ecuaciones... pero la mujer siempre es la débil, nadie quiere hacer poesía sobre lo sensuales que son los hombres, pero Alma sí. Cuánto nos encanta que hablen de los débiles pero cuánto odiamos que el débil hable. Alma habla como lo que es: una mujer; así, a secas. Auténtica y sin subordinarse. Y habla de temas políticos desde su opinión, y los hombres odian eso, por qué, porque pensar es para hombres y sentir para mujeres. Qué ridículo.

Todos estos ejemplos son los grandes, hoy por hoy, de las letras jóvenes. Y lo que pienso es que debe haber muchos más, tan buenos pero no tan comerciales (aunque sean involuntariamente comerciales, espero). Y no es culpa del artista desear verse bien, ser sensual es algo natural en los humanos. Lo que a mí me duele es que el mundo de las ideas sea sustituido por el bello mundo de las imágenes. La imagen tiene su espacio y las ideas el suyo. No debemos sustituir ninguno, ambos mundos deben ir juntos, o se empobrecen.

lunes, 12 de enero de 2015

40 Noche redonda (parce)

De noche no tengo buena visión, así que le pedí a mi amigo el hijo de los Evangélicos que fuese conmigo a buscar a la Parce. Primero fuimos a llevar a unas amigas a una fiesta, a parte de mi pequeña empresa y mi empleo, también hago carreras de taxi a mis amigos por las noches. En Venezuela hay que buscar la plata como sea, la pelazón no juega carritos. Iba a llevar a mi amiga la Odalizca y su hermana la Pintora.

Después de dejarlas, recogimos a la Parce, cargaba la misma ropa con la que hicimos el amor temprano. Dejé a mi amigo y fui a casa con ella. Duro hablando por teléfono con su novio como una hora; me aburrí de esperarla, así que me acosté a dormir. Me despertó para preguntar si le podía prestar una toalla de baño. Se duchó, y parecía otra. Me sentí en deuda porque el polvo que echamos más temprano, si bien fue emocionante, no fui tan cumplidor como acostumbro a ser. Le hice sexo oral hasta que se vino, así garanticé no defraudar. Luego la puse en cuatro patas y me desquité, su culo es muy parecido al de la Chama, sentía que era su hermana gemela y le di con todo, le dije palabras sucias, las que le suelo decir a la Chama. Creo que no le gustó, pero con la furia con que la penetraba podía haberle dicho el nombre de otra y no le iba a importar. Recordé cuando me rechazó hace un año; y me desquité, la nalguee, le dije que me dijera que era su dios, y lo hizo. Se corrió por segunda vez, y me dijo que acabara, saqué mi pene, quité el preservativo y acabé en sus nalgas. Creo que le dio náuseas. Cuando terminamos me dijo que había sido el mejor amante que ha tenido, que nunca un hombre había podido hacerla acabar, eso había pasado sólo con amantes mujeres. Y que yo sé follar como mujer y como dios. Luego se quedó dormida y roncaba como mi abuela en España.

Dormí dos horas y fui a buscar a mis amigas en la fiesta. En el servicio de taxi cobro un plus si desean que los vaya a buscar con los vidrios abajo y la música a todo volumen  (por lo general regetón) así que llegué y busqué a mis amigas y fue una noche redonda por donde se le mire.

Cuando regresé vi a la Parce en mi cama, y pensé que en todo el tiempo que tengo con la Chama nunca hemos pasado una noche juntos. Ambas se parecen tanto, descubrí que busco amantes porque la Chama lo tiene todo y al mismo tiempo no me es suficiente. Me acosté junto a la Parce (ya no roncaba) y la abracé. Pensé en la Chama y en cuánto la quiero, por su espalda se derramaron mis lágrimas; y le dije que la amaba, ella no me escuchó pero no importa, porque no le estaba hablando a ella.

Esta mañana hicimos el amor y cuando acabé, ella no. Entonces se lo seguí metiendo, cuando acabó, saqué el pene pero el condón quedó dentro de ella ¡Maldita sea! Pensé. Salí corriendo a la farmacia a buscar otra pastilla y la farmacéutica me dijo que no era necesario. Volví al coche feliz, regresé a casa, e hicimos el amor todo el día y sin protección.

Segunda parte Martha

Marta Valdes, Monterrey.

Era mi sobrino, me hacía creer en el futuro de la humanidad. En su familia ser escritor era una vergüenza. No los entiendo, tantos chavos estúpidos y en malos caminos, y sus padres ni una sola vez se interesaron en leer algo suyo. Creo que es normal en los venezolanos tener tesoros y no ser capaz de apreciarlos.

Hablabamos de poesía, era extraño, a pesar de ser un chavito te inspiraba ganas de hacer el amor (¿Complejo de madre de Edipo?). Recuerdo que a él le encantaba verme salir de la ducha. Decía que mis cabellos mojados parecían princesas derretidas. Eso quería decir "lágrimas de princesa", pero él prefería sorprender, y luego de tener tu atención, te explicaba cómo el rostro se contrae cuando lloras: como si hubiese una llama de fuego en tu nariz, y que las princesas son seres que sufren mucho porque tienen todo menos libertad. Eso tal vez no tenga nada que ver con mi cabello, pero hay cosas que de tan sólo pensarlas te llenan de emociones y reflexión, y toda reflexión emotiva desemboca inevitablemente a un deseo de lujuria muy hermoso. Más de una vez le hubiese hecho el amor si me lo pedía. Pero creo que él se aguantaba, no por asunto moral sino porque sabía que dejarme con ganas bien chingonas me haría recordarlo más, que si sólo cogíamos.

Recuerdo que se fue a vivir un tiempo en casa de una chava amiga, de mi hija, llamada Maria. Eso no terminó nada bien.

31 Chiqui y yo hicimos el amor.

Ese día falte a clases, fui hasta el pueblo vecino a buscarla. Se bajó del transporte hecha mierda, con cara de que no había dormido la noche anterior. Jamás la había visto tan fea, supe que probablemente no haríamos el amor pero igual me pareció tierna verla así, tan sencilla. Fuimos juntos y me tomó de la mano, me dio igual que nos vieran, sentir su mano junto a la mía valía más que cualquier paraíso. Tomamos un bus y al sentarnos ella empezó a besarme como si mis besos fuesen su hogar, se acostó a ver la ventana y la sentí ensimismada. El camino de Guacara hasta mi pueblo está lleno a los costados de mucha vegetación. Ella interrumpió aquello que parecía una depresión y me preguntó con su tono de humor precioso: ¿A qué tipo de selva me llevas? Luego de tener durante varios segundos su ceño fruncido como si ensayase una línea de teatro, sonrió como diciendo: llévame a donde quieras.

Llegamos a casa y le hice almuerzo, no quiso comer y me enojó. Luego comprendí que si la obligaba iba a vomitar, la dejé. Cuando entramos a la habitación, le quité la ropa y su ropa interior era hermosa, besaba sus labios y sostenía sus senos para no dejar que le quitase la ropa. Sus miradas sensuales ahora eran de miedo y quizá terror. La besaba y ella no me devolvía el beso, sólo me mordía, con una fuerza muy intensa. Como si quisiera darme dolor y no placer. Dejó quitarse el corpiño y estaba para mí, sus senos eran redondos como dos pupilas, sus pesones cafés y resaltaban muy bien en su piel blanca. Se sentían muy bien en mi lengua, era como pasarle la lengua a un cuchillo. Bajé a su sexo y no me dejó. Subí a su cuello y mis manos bajaron por su sexo, mientras le acariciaba dentro de su ropa interior, le decía al oído cuánto y desde cuándo la había querido tener así. Me miró con un odio tenaz mientras se retorcía de placer. Sujetó mi mano para detenerla, y con la suya apretó mi pene y dijo con una voz llena de seguridad como si fuese agua de una cascada: Lo que quiero que me metas es ésto. No los dedos.

Estuve perplejo, intenté hacer tiempo, estaba tan excitado por lo que dijo, que sabía que si se lo metía de una vez: iba a acabar antes de que se lo metiera todo. Para hacer tiempo pregunté: pensé que no querías. Ella respondió ¿Si he dejado que beses mis senos no crees que puedo dejar que me hagas lo que te de la gana? Cada vez que decía algo sucio lo hacía con una voz llena de ternura. Me coloqué el preservativo, y estaba sobre ella, la besaba, la sentía, su piel, sus senos. Ella no dejaba de morderme duro, eso me irritaba pero me ayudaba a no acabar porque estaba muy excitado. Besaba sus senos, el olor de su sudor me hacía sentir que le hacía el amor a una diosa de del desierto, era un sudor seco, perfumado, que incrementaba mis deseos en cada empujón que le metía dentro de la piel. Debí sacar mi pene para no correrme, bajé y besé su sexo. El olor de su sexo era muy fuerte, pero no desagradable. Me gustaba. La hice acabar con mis dedos y mi lengua, eso pareció enfurecerla. Luego le di la vuelta, estaba en cuatro, su trasero era perfecto. Lo penetré con salvaje demencia, fue un éxtasis total. Acabé, y, cuando lo saqué, dejé caer toda la leche de el condón en sus nalgas. Su rostro fue como si le cagace una paloma.

Estabamos abrazados, mientras yo sentía su olor, ella me contaba cómo era antes de ser cristiana. Había estado en drogas, había sido lesbiana para hacer sufrir a sus padres, había besado a Jenni la de los senos inolvidables (le insinué hacer un trío con ella y me dijo que ni en mis sueños) y una vez la violaron en un crucero. Cuando me lo dijo empezó a llorar como pidiendo que la perdone por haberme engañado y no haberme dicho a qué me había llevado a la cama. Sonriendo le dije que estaba feliz, porque ya podía decir sin miedo a equivocarme, que habíamos hecho el amor. Nos abrazamos profundamente y le pregunté si quería hacer el amor de nuevo. Ella se sonrojo con ternura, tal vez pensando que lo decía para demostrar que no había dejado de quererla por su historia, y me dijo que era el mejor hombre del mundo.

Pero yo de verdad tenía ganas de hacerlo de nuevo.

domingo, 11 de enero de 2015

Capitulo ocho la Chama

Hoy fuimos al cine unos compañeros de clases y yo. Entre el grupo estaba la Chama. Ella es una chica muy pequeñita que estudia conmigo. A diario la molesto pidiendo prestado su sacapuntas sólo para estar con ella. Antes de hoy nunca habíamos hablado. Fue una tarde hermosa. Compartimos en grupo pero al llegar al cine, cuando íbamos a sentarnos, yo pensé que la Chama se iba a sentar con el Gordo. Un compañero de nosotros que la intenta conquistar, a mí también me gusta ella pero el tiene más chance porque a pesar de feo tiene mucho dinero.

La Chama dejó pasar a todos primero para que buscaran puesto en la fila del cine. Cuando yo iba a pasar me puso su diminuta mano en el pecho. Dejó que pasaran todos y me sentó a su lado. Supe que la victoria era mía, ella me había elegido y yo recordaba mi pacto especial con Dios. Le tomé de la mano en la película y fue hermoso, la sentí nerviosa, sonreía con su sonrisa metálica y brillaba en la oscuridad. Buscaba besarla pero no se dejaba, me susurró que ella no estaba lista, que la disculpase. Y eso me lleno de ganas de conquistarla.

Desde que llegué a casa no dejo de pensar en ella y me muero de ganas por verla el lunes en clases. Debe ser la primera vez en mi vida que quiero ir a clases. Mañana sábado es el cumpleaños de nuestra compañera la Albina. Le pregunté a la Chama si puede ir, me dijo que no cree porque no avisó con tiempo a sus padres. Yo le dije que intentara, que Dios siempre escucha y que oraría por ella. Ella pensó que eso es hermoso. Espero poder verla mañana en la fiesta.

45 Linda

Mi jefe me convenció de estudiar, empecé clases y era el único con coche. Todas las semanas hacía el amor con una chica diferente y los fines de semana, con la Chama.

Hasta que la Chama consiguió otro chico, y yo conocí a Linda, cuando estaba con ella el mundo no existía.

La conocí en la Universidad, era una chica desarreglada, desordenada y cansada. Me pareció perfecta. Era aburrido conocer a tantas chicas que me buscaban sólo por dinero. Un día decidimos reunirnos a estudiar. La pasamos bien, ella es muy inteligente. Intenté hacerle el amor pero no se dejó.

Compartíamos, íbamos a todos lados, fue la primera mujer con la que estuve de verdad, es decir completamente. Sin pensar en la Chama.

Un día, al cabo de un mes. Se fue, no dijo nada.

Estaba destrozado, pensaba que se había vuelto cristiana por ciertas cosas que me había dicho sobre volver a la iglesia que había abandonado. No coger hasta casarse, aceptar a Dios. Ese tipo de mierdas.

Al final se fue porque volvió con su ex, un imbécil.

Linda nunca supo que la quise sin juegos, sin ser su dios. Linda me había salvado de mí, de la Chama, de mi existencia. No quise buscarla, la quise tanto que supe que era mejor dejarla ir antes de terminar destruyéndola, como todo a mi alrededor.

39 la parcera reencuentro

Hace un año que mi amiga la Parce me escribió para decirme que era lesbiana, vio un video de una fiesta en donde aparecía yo. Fue la fiesta de navidad donde baile con la chica de ojos de gato, y con mi prima Girasol. Al parecer la Parcera fue amante del chico amanerado que le hacía bromas racistas a su amigo el Negro Snoop Dog. Quedamos en vernos en un sitio, por teléfono le pregunté si le gustaría ir a un hotel conmigo, dijo que sí. Cuando nos vimos fue algo tímida, como la primera vez que nos conocimos, no me miraba a los ojos. De lejos se parece bastante a la Chama. Tal vez por eso me atrae, siempre genera un extraño y potente deseo sexual hacer el amor con la hermana gemela de tu novia.

Fuimos a una urbanización socialista en construcción, su madre vendía comida. Me sentí alegre, la gente pobre tiene la belleza que tienen los que no tienen nada que perder. Vi a su hermana también, ella tiene una cicatriz en su rostro que la acompleja, pero es un ser precioso como ninguno. Al principio,  ella iba a ser mi cita a ciegas, pero la Parce apareció.

De la construcción fuimos hasta la casa de la Parce, estabamos solos. Empecé a acariciar sus senos y se dejó, luego se asustó y salió corriendo al baño. La esperé y cuando salió le di un abrazo y le pregunté al oído si me podía dar un beso. Me rechazó con desprecio y me dieron ganas de llorar. Me fui con amargura y desee no volverla a ver jamás.

Prólogo de Benedetti

A mí me parece un libro muy malo, un trabajo charlatán. Lo único poético fue morirse. Hay escenas sí, rescatables, pero carece totalmente de rigor.

25 primera navidad sin la Chama

Ésta ha sido la primera navidad desde que soy novio de La Chama, se siente horrible. Todos andan en pareja menos yo. Hoy es veintiséis de diciembre. Exactamente hace un año que me dejé de la Malandra. No la extraño. Hace un mes me escribo, imagino que quiere algún regalo de navidad porque no sé que más querrá esa interesada. La Chama se puso muy celosa, nunca la había visto así. Esta navidad ha sido una mierda sin ella.

32 Mi empresa

He creado mi propia empresa. Para que alguien se enamoré de ti esta bien ser poeta, pero ésto tiene sus inconvenientes: Para gustarle a las chicas muchas veces tienes que escribir algo que no sientes o ni siquiera piensas; además, luego del sexo te puedes enamorar, pero al final se irán con el que tenga la plata. Si uno quiere ser poeta tiene que ser lejos de Venezuela, donde cada día hay más hambre, menos plata y el amor se parece mucho a un contrato de prostitución. Sé que ésto puede sonar radical, pero vivir en Venezuela y no encajar en la cultura me permite analizar ciertos detalles:

En promedio:

*Siete de cada diez mujeres trabajadoras que conozco, desearían conseguir un marido para no tener que trabajar.

*Algunas mujeres empresarias aseguran que es por mediocridad. Y no descartan que sea por ideología política: "Los Chavistas sólo quieren que los mantengan, esa es su mentalidad y por eso el país no surge". En este país tan infeliz, Dios y el demonio están tan lejos que nuestro odio, amor y fe, están esparcidos por completo en la política.

*Los sociólogos e historiadores piensan que es cultura del tercer mundo que la mujer no trabaje, pero recomiendan que lo haga pues le proporciona independencia y a la vez promueve el desarrollo e igualdad de derechos.

*El gobierno dice que hay que ofrecer becas a las mujeres por cada hijo que tengan, y además darle dos años de reposo desde que nace el bebé donde la empresa está obligada a pagar su sueldo. Los empresarios dicen que es una locura, que promueve la vida parasitaria y el subdesarrollo. Y, como la reglade oro es que: quien tiene el oro hace la regla. Se llegan a acuerdos con los trabajadores que solicitan empleo: de que ciertas leyes no se seguirán al pie de la letra. Acto que a muchos trabajadores les parece bien, considerando que muchas veces el pobre sigue siendo pobre porque no quiere justicia sino plata.

* Ninguno de los que analiza la situación de los trabajadores trabaja la mitad de duro, de lo que ellos lo hacen, empezando por el gobierno.

El hecho es que si quieres mujeres necesitas plata, mi empresa esta empezando e invierto mi dinero sabiamente: lo desperdicio.

Cada vez le puedo dar más regalos a la Chama, y eso es estupendo; pero sin quererlo, mi ventaja económica sobre ella, hace que la relación (inevitablemente) se vuelva dependiente de mí, y es muy aburrido. Tener una empresa, sea del tamaño que sea, es un trabajo muy duro y tedioso. Se trata de paciencia y disciplina, es decir, un infierno o penitencia.

A veces no sé si la Chama me sigue queriendo o sólo ya no sabe como vivir sin mí. A me hace muy feliz ayudarla, llevarla a donde sea, y comprarle regalos. Si tuviera que elegir un infierno (matrimonio, hijos, etc) sería ella. Lo que no me gusta es tener que respirar.


Capítulo nueve la chama dijo que sí

La chama me dijo que sí. El sábado no fue a la fiesta. La pasé muy bien, y no dejé de pensar en la Chama. Me preguntaba como sería si ella estuviese en la fiesta. Bailaba pero no muy sensual. La Chama me gusta para tener algo serio, me atre de una forma difícil de explicar.

En clases la tomaba de la mano en clases, la seguía, nos mirabamos como si ambos pertenecieramos a un lugar que no tiene nada que ver con el colegio. Cuando la miro me siento dentro de una burbuja donde sólo la Chama y yo respiramos y nos quedamos sin aliento al estar cerca.

En las escaleras una de las morochas, las hermanas malvadas y adineradas, nos vio tomados de la mano y me preguntó con ironía por qué no le pedía a la Chama que fuese mi novia. Le pregunté  la Chama si quería ser mi novia. Frente a todo el mundo. Sonrió como si todo el mundo fuese una noche que amanece en su sonrisa y me dijo que sí. Me gustaría decir que estaba ruborizada pero la piel de la Chama es muy oscura como para saber si se ruboriza o no.

Al salir de clases no dimos nuestro primer beso en el autobús. Fue lento, suave, como besar un río de agua cristalina. Es corto el tiempo que toma el bus desde el colegio hasta mi parada. Cuando me bajé me sentía con una sensación extraña en las piernas. Era como sentirse todo poderoso. Cuando llegué a casa dormí con delicia, como quien duerme sabiendo que si se muere durmiendo morirá feliz.

Segunda parte Alba Trillo

Alba Trillo, Barcelona.

Sabía mucho de arte, me corregía mucho. Era del tipo de escritor que te contagiaba ganas de escribir, hicimos el amor varías veces pero por lo general a mi me gustan las chicas. Era divertido, a pesar de que no sonreía mucho. El decía que sabía sonreír sin mover la boca. No duramos mucho, lo conocí en Tenerife, era la sensación, su prima era escritora pero no escribía tan bien, aunque lo integró al mundo intelectual y todos se encantaron con él. Luego se vino conmigo y una chica que me rompió el corazón. Cuando andaba llorando él me decía que escribiera, y así pasaron mis penas y ahora soy artista y a muchas personas les gusta lo que hago. Le debo mucho. Fue un gran tío.

35 Primer encuentro con la Obrera

La Obrera y yo salimos por primera vez. Nos citamos en una Arepera. Mientras la esperaba me tomaba una chica, quise comerme una arepa reina pepiada, o sino una de mondongo, o una de queso e'mano, y así sucesivamente con todos los sabores. Pero luego pensé que tal vez tendría sexo hoy y preferí desistir.

La Obrera llegó y estaba muy sencilla, la vi cruzar la pasarela y a medida en que se iba a cercando pensaba: Vaya no la recordaba tan alta. Me sentí insignificante cuando estaba junto a mí, apenas le llego a los hombros. La salude con un beso en la mejilla, su mejilla era la de alguien que pasaba trabajo y la mía la de alguien que dormía mucho. Su rostro no es nada delicado, sus labios eran los de alguien que acaba de llegar del desierto, o peor, de Maracaibo.

Nos montamos en mi coche y luego de pasar el peaje de la Cabrera, un policía nos detuvo: ella no llevaba el cinturón. Me leyó la plantilla de siempre, que debía remolcarme el carro, que lo iba a perder, y bla, bla, bla. Hice lo que haría cualquiera con dos dedos de frente: Le adulé, le dije que entiendo su posición, que su trabajo es arduo y muy poco remunerado. El maldito sonreía, y yo con cinismo procedía a ofrecerle dinero. Le di un tercio de mi salario, tampoco gano mucho.

Ella me pidió disculpas, estaba avergonzada. Yo sonreí y le dije que no se preocupe. Por dentro pensé: más te vale que folles como una diabla. Cuando llegamos compré una botella de ron y una de cocacola, bien grande para no tener que salir de la casa. Bebimos y hablamos de todo, lo que más me preocupaba era que no fuese buscada por la policía o algo por el estilo. Tiene un hijo pero sus padres lo cuidan, porque ella es una loca.

Luego de tener varias copas, me dijo que el trabajo en la fábrica era muy duro. En todo momento le aclaré que yo ganaba poco, para evitar malos entendidos. Y no era mentira, ella ganaba más pero yo tenía menos gastos. Le ofrecí un masaje, luego de un rato aceptó. La llevé a mi habitación y se quedó en ropa interior. Su piel era blanca y muy suave. Su ropa interior combinaba así que supe que iba a ser mi noche. Casi se queda dormida con el masaje, la pendeja esa. Le di un beso y sentí sus desérticos labios. Sin que yo le preguntase me dijo que yo era apenas el segundo y que pensaba que íbamos muy rápido. Yo sonreí y pensé: éso lo dicen todas las putas. Seguí besandola hasta su sexo, me pidió que apagara la luces ¿Tendrá un pene? Pensé. Pero tenía un hermoso y delicioso clítoris rasurado. Luego de que se corrió, la penetré y se lo hice salvajemente. En medio de la penetración encendí la luz porque me gusta verme en el espejo cuando la meto bien duro y rápido. Vi su tatuaje, estaba precioso. Vi su cara, apagué la luz. A los quince minutos la besé, era la primera vez que lo hacía sin condón y se sentía riquísimo. Ella besaba mi pecho y yo la empujaba con mis manos hasta mi sexo y ella nada que bajaba. Al final fui cortés y le pregunte si por favor podía chupar mi verga. Ella dijo que apenas es la primera vez, yo le recordé que ya yo le había lamido su vagina, procedió. Esa noche lo hicimos seis veces, cada vez que me dormía sentía sus nalgas junto a mí: ¡y vente que te doy!

Esa aventura incremento mi lívido, las siguientes semanas tenía encuentros olímpicos con la Chama, me excitaba de sobre manera follarme a la Chama y pensar que en esa misma cama me había follado a otra igual de bien. Me sentí Dios, todo poderoso, y ellas, mis ángeles.

Al otro día le hice el desayuno, nos fuimos y no quiso ducharse. La dejé en la estación de autobuses y pensé: allá va un ángel lleno de leche.

Segunda parte Uribe Wolf

Uribe Wolf, DF.

Me parece que es un farsante, un seudoescritor, o seudoescribidor. Pretende ser original y termina copiando las apreciaciones de Vargas Llosa, el sentido del humor de Cortázar  (El cuál odio), El juego de voces de Bolaño (el cuál no alcanza y por eso le sale tan mal que parece original, pero es una estafa por donde se le vea) y otros detalles de muchos otros.

Muchos dicen que es un seductor pero no es cierto, es un tonto. Que a las mujeres les den lástima los patéticos es otra cosa.

A Bibiana le cayó bien, a mí no.

44 Venganza

Piernas Bellas y su amiga la modelo vinieron a que les de clases de química y física. Todos mis amigos dicen que debo estudiar ingeniería pero mi pasión es la literatura.

  Hace tres días que no hay agua que viva la revolución. Les di clases y entendieron, son un poco brutas pero bellas, y eso es suficiente. Piernas Bellas le dijo a la Modelo que yo cobro por las clases, es mentira, usamos el dinero para comprar hot dogs. Piernas Bellas ama los hot dogs.

Cuando llegamos nos acostamos y le iba a hacer el amor. Pero apestabamos. Desde entonces Piernas Bellas me tiene miedo. Sabe que no puede separarse de mí pero que inevitablemente terminaré acostándome con ella y alejándola para siempre.

Otras dos chicas vinieron a mi clase, una sé que odia a la Chama, y me hice su amigo mientras la Chama andaba de novio con otro.

Cuando yo cumplí años me hicieron una fiesta en la piscina con todos los compañeros de clases. Me quité la camisa y le pedí a la Chama que me hunte bronceador. Su novio (pretendiente) se enojó y se alejó. Dentro de la piscina le pedí a la Chama que me diera un abrazo, duramos tal vez una hora, un día, un siglo y un ratito. Luego de soltarnos sabía que eramos novios de nuevo. Metí mi mano en un traje de baño y disimuladamente la hice acabar. El maldito que la pretendía no vio, pero luego la Chama hizo lo mismo conmigo y me aseguré que la se diera cuenta.

Luego de que la Chama y yo nos reconciliamos, salí a una fiesta, me invitaron la Odalizca y la Pintora. Estaba el pretendiente de la Chama pero no ella. Yo bailé con todas las chicas, sé que el pretendiente no baila. No sabe, así que debe conformarse con hablar . No es un tipo intelectual, sólo un parlanchin. Veía con qué chica hablaba, primero intentó con la Odalizca, luego la saqué a bailar y bailamos la mitad de la noche. La besé, nadie nos vio, lo hice sólo para que regresara con el Pretendiente, llena de mí. Ella se confundió, le dije que lo sentía, que nuestro amistad seguía igual. Sólo la use.

La segunda chica a la que el Pretendiente echo ojo fue a la hermana de la Odalizca, la Pintora. Ella no baila, nada, es tremendamente mala. Pero como tenemos una buena amistad la convencí de bailar conmigo una sola canción. El Pretendiente no podía creerlo, sabía que algo me tramaba y estaba enfurecido.

Cuando ya era bien de noche, una de mis alumnas de química estaba: aquella que la Chama odia, fuimos a la casa de su amiga, ella iba a cambiarse porque un tarado le manchó el vestido, se fue a dar una ducha, y la alumna y yo hicimos el amor. Cuando regresó se dio cuenta y prometió no decir nada. Le dije que por favor no le dijera a nadie, aceptó.

Como esperaba, la Chama supo casi inmediatamente, me buscó, se puso a llorar, lanzó una taza contra mí saco un cuchillo y me lo puso en la garganta.

-mirándola a los ojos le dije que buscara uno con más filo, ese es de cocina. Y que me cortara el pene primero antes de el cuello, sino puede estar muy flácido.

-Me quitó el cuchillo y lloró, imploró una explicación. Por qué justo con la que ella odiaba, tantas mujeres en el mundo.

La besé y sus lágrimas caían en mis labios, la desnudé y estaba penetrándola mientras no dejaba de llorar y decir que era una estúpida por hacer eso, que no se valoraba, que todo el mundo tiene razón, ella no tiene autoestima. Mi pene se debilitó, era demasiado para mí, pero ella me sostuvo los brazos y me dijo que se lo hiciera, justo cuando me disponía a abortar mi venganza. Me dijo que era su dios y que disfrutara porque iba a ser la última vez, y que se imaginara a los otros haciéndole eso. Se lo hice como nunca, sus nalgas se deformaban con la furia. Eramos el demonio y Dios en la batalla final, y al final no quedó roca sobre roca.

  Ella se fue, llamé a Piernas Bellas, se dio cuenta de como toda la historia tenía una aterradora conexión, y supo que el hecho de ella estar conciente de lo que pasaba ya la hacía parte de mi juego, del mundo donde yo soy Dios. He hicimos el amor esa noche, ella sabía que no podía alejarse de mí y que debía pasar tarde o temprano. Despertó a mitad de la noche gritando entre llantos: ¡Fuiste tú quien hizo que a la chica esa le dañaran el vestido, y sabías que iba a terminar aquí contigo luego de todo!

Permaneció en silencio un rato, puso su mano en mi pecho. Hicimos el amor.

Prólogo Eduardo Galeano

A mí me parece que es una crítica muy sublime a la burguesía Venezolana, pensemos: ¿Cómo los grandes comerciantes aprenden el juego de el capital? Leyendo a Marx, porque sólo así saben como es realmente ese juego sanguinario. Y qué hace Ramiro, pues lo opuesto, mostrarle a la Venezuela cómo se ve por dentro. Intenta verse a sí mismo y consigue ver la realidad de todo un país, y creo que por eso se mató: porque logró verse.

26 primer año con la chama.

Hoy es mi primer aniversario con la Chama, ha sido romántico: me hizo un baile nudista y se vistió como actriz porno.

Prólogo Diana Uribe

Ese man es impresionante. Oiga ala, el vino a mis clases. Estudió arduamente la historia y cuando uno lo lee: nada, ni una sola referencia de hechos. Detrás de esa simpleza ¡Hay un arduo, pero arduo trabajo! A mí  me consta, estudio mucho para entender cómo la historia es una telaraña de pasiones y darle esa misma sonoridad de la historia del mundo a cada uno de sus personajes. Su forma de narrar sobre ellos es como si la historia del mundo fuesen ellos, es una democracia ese libro, y sí oiga tiene defectos pero ese man lo que tenía eran dieciocho añitos, vea ¿Cómo se le ocurrían ideas tan brillantes disfrazadas de tanta sencillez y cotidianidad?

19 evolución de amor.

Como prometí en mi pacto, la Chama ha sido la única mujer en mi vida. He sido fiel hasta con el pensamiento, hago meditaciones metafísicas de de día, tarde y noche. Estas meditaciones se tratan de relajarme, primero causo tensión en los músculos de la siguiente forma: rostro, cuello, pecho, brazos abdomen, próstata, muslos, tobillos y píes. Y empiezo a soltar cada uno, no todos a la vez. Luego de estar todos relajados, imagino qie salgo de mi habitación flotando pero mi cuerpo de queda, subo más y veo las calles, la urbanización, el pueblo, el planeta, las estrellas, y entonces llego a un túnel de gusano. El túnel tiene siete etapas con diferentes colores que representan cada cual una cosa:

Púrpura: Paz mental y sabiduría, tranquilidad.

Azul celeste: Juventud y vitalidad.

Azul: Salud.

Verde: Esperanza.

Amarillo: Riqueza y bienestar, prosperidad.

Naranja: Inteligencia y creatividad.

Rosado: Amor, fe, optimismo y fuerza de voluntad. Comprensión, paciencia y tolerancia.

Todo ésto entre respiraciones profundas, luego invoco a Dios de esta forma:

Yo soy
Yo soy amor
Yo soy parte de la divina esencia
Presencia creadora
Amor infinito
Fuente inagotable de amor
Tú y yo somos una misma cosa
Una fuerza bienhechora
Tú Dios me das las fuerza de tu amor
Para tener la misión de servir
Como tu hijo Cristo
A tus semejantes
Padre nuestro que estás en el cielo
Santificado sea tu nombre...

Luego de pasar este túnel, veo a Dios. Es una esfera blanca de luz. El amor y poder infinito. El Bien. Y ante él pido por todos mis amigos y familiares, y también las personas que me lastimaron, mi corazón se abre y los perdona. Soy parte de Dios cuando estoy frente a él y nada malo debe quedar en mi alma. No hay culpas, reproches, sólo infinito amor.

Pido por mí, ofreciéndole. Cristo nos ha enseñado que nacimos para dar y que el Padre ya se encargará de nosotros. Nos ama con todo su corazón y por eso no nos faltará nada ¿Por qué hay gente pobre? Dios responde ¿Por qué crees que has nacido? Dios es una infinita fuente de sabiduría, quiere que sus hijos sean libres, independientes, que vuelen, que hagan lo que es correcto. Jesús no creo religiones ni iglesias, su religión era el amor y eso es suficiente. Nos dio conciencia para que amemos y crezcamos. Para que defendamos el bien contra el mal, tener una vida recta y llena de goce y de amor.

Con el pasar del tiempo, voy queriendo con ternura a la Chama cada día más. Siempre quiero hacerle el amor, amando a Dios con todo mi corazón y a la Chama como a mi mismo. He cambiado, mis notas en clase han mejorado. Todos ven el cambio, algunos creen que es porque me enamoré de la chama, pero fue precisamente porque cambié que la Chama llegó a mi vida.

Lamentablemente, una profesora amiga del padre de la Chama nos ha delatado y ahora su padre la ha castigado, condenando su existencia al cautiverio, ella sufre pero ha decidido seguir amándome y yo a ella, juntos, en nombre de Dios, saldremos de ésta. Porque el amor lo puede todo cuando es el amor de Dios.

34 depresión en fiestas

La Chama y yo nada que volvemos, soy muy orgulloso. Siento que todo lo que he hecho por ella no lo valora, no me refiero a lo material sino al tiempo. Pienso que debería arriesgarse por mí, encarar a sus padres. Todos a los que les cuento la situación dicen lo mismo. Lo peor es que dejé a la Chama en navidad para ver si estar sin mí, la motiva a luchar por mí, y fue todo lo opuesto, ahora parece más feliz, menos paranoica. Debo admitir que ambos vivíamos dentro de un mundo ajeno al de todos, y cuando salimos nos dimos cuenta, de que el mundo afuera siguió su curso.

Ahora ella sale con otro chico, siento que los odio a ambos. Y lo peor de todo es que el chico hasta va para su casa. Cogí todas sus cosas y se las metí en una caja, se la di, no quería aceptarla y le dije que la tomara o la iba a botar. Lloró y la tomó. Le dije que no fuese hipócrita, que enamorarse, consiste en luchar por amor y no en esconderse por amor, como habíamos hecho a lo largo tres años. Me dio la razón, me dijo que ella no sabía porqué tenía tanto miedo, que estaba traumada y que a pesar de que a mí me amaba y a su nueva pareja no (dijo que apenas salían, pero yo no se lo pregunté) se sentía libre y con un peso menos encima. Saberla feliz me lleno de rabia, y me fui.

  En Venezuela es una traducción gastarse cada viernes todo tu sueldo en fiestas, alcohol y mujeres. Mis amigos hombres todos practican esta tradición, y yo quería intentarlo para sentirme mejor. Pero lo cierto es que cuando uno está triste es mejor llorar y pasar el despecho, eso es como cuando se muere alguien. Para llorar hay que tener coraje, mucha gente va a fiestas, finge que la pasa bien, pero hay sonrisas que son lágrimas cobardes.

Fui a una fiesta con mi mejor amigo del colegio, Ramiro, se llama como yo. Fuimos e intenté besarme con una chica, como es la tradición. Lo cierto es que estaba fuera de forma, tenía tanto tiempo con la Chama que hasta había olvidado como seducir. Esa Chica y yo casi no besamos, pero cuando me acerqué a su boca, no olía muy bien. Dejé de bailar y cuando me senté, me di cuenta que era mi boca la que olía mal.

  Esa noche mi amigo me confesó un secreto: es amante de una chica de nuestro salón, que tiene muchos años en una relación sentimental (eran como un matrimonio, así de triste). El está muy enamorado, porque dice que es una chama seria y diferente a todas las putas con las que sale.

  Antes de dormir me puse a pensar en aquella vez que la Chama y yo estabamos haciendo el amor en un salón abandonado, ella estaba en cuatro y con la falta levantada, mientras yo la penetraba con prisa y bestialidad. Alguien nos vio por accidente, la Chama no se dio cuenta, yo sí, y me sentí tentado a demostrar mis habilidades de dios sexual, como le llamaba la Chama al hecho de que, detrás de mi cara de estúpido, tengo el talento de penetrar con una velocidad y furia sobrenatural. Un día nos grabamos en vídeo y le metía hasta cinco estocadas por segundo. Desde que descubrí este talento me aseguro de decirle a todas las chicas que soy pésimo en la cama o un inexperto para que las sorprenda mi talento oculto.

  La chica que nos observó era la enamorada de mi amigo. Desde esa vez, empezó algo que no tiene nombre. Esta enamorada de mi amigo y yo, con sólo mirarnos, en el salón de clases o en el patio: nos poseía de repente una extraña intuición, que me llevaba al mismo sitio escondido del colegio donde ella me había visto con la Chama haciendo el amor. Y ahí estaba la enamorada de mi amigo, sin decir palabras hacíamos el amor, y cuando digo sin decir palabras no es una metáfora, realmente sólo los ojos hablaban. Carecíamos de todo tipo de horario, y tampoco nos mirábamos todo el tiempo. Las miradas siempre eran accidentales, a veces yo buscaba mirarla y ella estaba distraída, otras supongo que ella me miraría y no lo supe. Pero nunca forzamos el juego, sabíamos por instinto que hay mundos que nacen y mueren en los ojos. Y si alguna vez nuestras miradas se hacían un solo mundo, empezaba el hechizo incontrolable, íbamos a aquel punto, guiados por una fuerza más poderosa que nosotros. Teníamos sexo salvaje y bestial.

Hasta que un día se rompió el hechizo. No me había dado cuenta que cuando hacíamos el amor nunca nos mirabamos, las miradas daban comienzo a este extraño mundo, pero luego los ojos dejaban de verse, los teníamos abiertos pero nunca se miraban.

Luego de acabar sobre ella y derrumbarme en su pecho, levanté la vista y vi sus ojos. Y fue como despertar, ya no estaba el hechizo que a ambos nos invadió, sentimos una sensación de terror, sonreímos, y nos dimos un beso muy tierno y hermoso. Ambos supimos que las miradas crean mundos... y que también los destruyen.

Tal vez había algo que le faltaba a nuestra pasión, una muerte: el amor. Esa última vez era ternura, estando acostados, desnudos, sabiendo que cualquiera podría entrar, y eso significaría no sólo el fin del sueño del cual recién despertabamos, sino también un infierno en el otro mundo, el miserable, el real. Duramos un rato uno encima del otro, riendo, sin decir nada. Ambos sabíamos gracias a una convicción misteriosa que en el momento en el que me levantara, se iba a acabar para siempre el juego.

Esa noche luego de que mi amigo se durmió me puse a llorar pensando que la vida es un completo engaño. Eran unas lágrimas como si hubiese descubierto algo precioso, la oportunidad de encontrar nuevos y preciosos mundos donde nadie más puede verlos.

Segunda parte Bibiana

Bibiana Faulkner, DF.

Era mucho mejor al hablar que al escribir. Los escritores tenemos la cualidad maldita de no ser buenos para nada más que para escribir (y en mi caso, hacer el amor) ese chavito un día vino a mi casa y me ayudó a ordenar el cuarto. Sabía que los sábados son para drogas, alcohol y mujeres y que andando pea mi recámara la hago mierda. Él tenía esos gestos, y sin darte cuenta ya estaba metido en tu grupo y en tu vida. Le das un dedo y te arranca el brazo. Él dice que yo lo leí, pero la neta no lo recuerdo. Yo creo que lo inventó, o tal vez no, todo es posible. A veces creo que tiene la capacidad de crear historias tan bien que uno decide creerse la mentira, además de que me citaba con unas frases preciosas que no recuerdo haber escrito, la neta. Lo que sí es que carecía de estilo y la gramática era un asco, te lo digo era mejor hablando. Recuerdo que pasaba mucho rato callado y hablaba sólo para encender la conversación otra vez con una referencia o algo, y lo mejor es que siempre te hacía sentir que tu eras el ser más brillante del universo. ¿Era algo natural o premeditado? No sé, pero lo hacía hasta con los vagabundos o borrachos. A veces me sentía tonta por creerme inteligente cuando el me hacía sentir así.

Como escritor era un impostor, sería un fantástico entrevistador de televisión.