domingo, 11 de enero de 2015

Prólogo Diana Uribe

Ese man es impresionante. Oiga ala, el vino a mis clases. Estudió arduamente la historia y cuando uno lo lee: nada, ni una sola referencia de hechos. Detrás de esa simpleza ¡Hay un arduo, pero arduo trabajo! A mí  me consta, estudio mucho para entender cómo la historia es una telaraña de pasiones y darle esa misma sonoridad de la historia del mundo a cada uno de sus personajes. Su forma de narrar sobre ellos es como si la historia del mundo fuesen ellos, es una democracia ese libro, y sí oiga tiene defectos pero ese man lo que tenía eran dieciocho añitos, vea ¿Cómo se le ocurrían ideas tan brillantes disfrazadas de tanta sencillez y cotidianidad?

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