miércoles, 15 de abril de 2015

La cantautora con el culo más hermoso del mundo.

Quería escribirte un poema,
Cantautora.
Sobre lo hermoso que es tu culo.
Lo pensé y dije:
"Le escribiría cien versos de amor"
Pero ¿Después, qué sigue?
Quién se va a poner a escribir versos
Pudiendo verte el culo; así,
Sin pensar ni reflexionar.
Sólo los bobos alardean de lo
Importante que es pensar;
Nosotros,
Los que pensamos, sabemos,
Que si hay algo en la vida,
Mejor que pensar, para mí sería,
Oh querida,
Tu culo
Ponerme a mirar.

-Pero, no, Raga, eso no es un poema-
Dicen los que saben todo de la poesía;
Es decir, los que no la sienten, los que no se queman.
Me aconsejan que te escriba haciendo alegorías
De revoluciones, de independencia, de rompe sistemas;
Y esas cosas que les gusta leer a los que piensan
Que ser revolucionario es cosa de decir y no de hacer.
Pero, veamos, tal vez me sale:

Oh, querida, a Cuba nadie le importa;
A Venezuela la tienen de payaso; los reyes,
Sí, que malos; pobrecitas las mujeres y los toros;
Sí sí sí todos son malos y los poetas buenos
¿Ya me están aplaudiendo? Qué bien.
Pero igual sigo amargado, perdonen,
Yo no me conformo con halagos.
El mundo me sigue doliendo
Y lo único que me arranca de él
Es... tu hermoso culo ponerme a ver.

-Pero Hugo, dile lo bonitas que son las mujeres libres-
¿Ah? ¿Qué? ¿Y ella no tiene guitarra y voz, acaso?
No, queridos, este poema no es desperdicio,
Es...
Un canto de gloria a mi nuevo Dios:
Ese tremendo culote.

-Mira, Victor, por lo menos dile un "Te amo"-
¿Y después? ¿Le digo que le haré un millón de poemas?
Me confunden con una oficina, un archivador.
Qué malos poetas son, los que hablan de lo hermoso del amor;
Jamás han amado, yo creo.
Porque no se les siente ni un poquito de dolor.

Pero veamos, a lo mejor me sale:

Oh, querida, quise amarte.
Te vi acostada en la playa.
Qué bella la arena, la mar de mil mares.
Tus ojos, preciosos...
Mentira, no los vi,
Los tenías cerrados porque te encandilaba el sol;
A mí no, tenía lentes.
Pero más que el sol,
Brillaba, cariño,
Tu hermoso culo de arena empapado.

Brillaba como dos naranjas perfectas,
Suave
Como un azote antes de ser azote.
Te compararía
Con flores, pero soy jardinero.
Y más que la lluvia, los jazmines y sus olores;
Las rosas, narcisos y sus colores;
Los pájaros cantores.
Yo creo que sin tu culo,
Oh amor, los jardines qué serían.
Quizá un apacible paraíso;
Es decir, un infierno del tedio.
Los pájaros, la vida, el verde, los tigres;
Tienen todos el fuego de la vida.
Y yo ese fuego lo pierdo.
Pero en mí, revive,
Con lo redondito de ese, tu culote.

¿Qué quieres? ¿Que te diga mil y un veces que te amo?
Lo siento, pero los poetas, cuando son genuinos,
No mienten: sueñan y sienten.
Y qué levamos a hacer,
Ese culo deja a los poetas sin palabras.


Poema dedicado a Martha carpe, cantautora de España, comprometida con su tiempo; y llena de alegría con su canto, y con su culo.

¿No les aburre que la poesía sea siempre lo mismo? Y aun peor, lo mismo con las mismas palabras.

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